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El agua que consumen empresas, hogares, comunidades y la vegetación de Santiago proviene de la cuenca del Río Maipo, es decir, de los glaciares cordilleranos, de los ríos Mapocho y Maipo, y de las aguas subterráneas en toda la extensión de la Región Metropolitana.
Hoy esta fuente se está volviendo insuficiente para sostener la demanda de agua de la región.
Por eso, el Gobierno de Santiago está actuando para enfrentar la crisis.
Con el objetivo de diseñar e implementar un mecanismo estratégico formal de coordinación y participación público-privada para la gestión integrada de recursos hídricos en la cuenca del río Maipo el Gobierno de Santiago ha conformado un Grupo Promotor integrado por 27 organizaciones representantes de todos los usos del agua que se dan en la cuenca del río Maipo, de los sectores público, privado, academia y sociedad civil.
Este grupo de trabajo transitorio sentará las bases para la conformación y trabajo del organismo de cuenca. La iniciativa es liderada por el GORE de Santiago con la asesoría experta de Escenarios Hídricos 2030 de Fundación Chile.
Es un proceso de construcción colectiva inédito, con talleres y diálogo amplio sobre la base de cuatro principios: confianza, transparencia, participación y compromiso.
¿Por qué es importante?
En Chile la gobernanza del agua es muy completa por la multiplicidad de organismos públicos existentes (56) con atribuciones en la gestión hídrica, a veces con superposición y duplicidad de funciones. Asimismo, las decisiones están centralizadas, con escasa participación de los territorios, lo que agudiza las dificultades.
A nivel internacional, los modelos exitosos de gestión del agua se organizan en torno a la cuenca como unidad base de administración.
Iniciativa del Gobierno de Santiago para el desarrollo de una cartera de soluciones hídricas sostenibles en el territorio con la participación temprana de todos los actores de la cuenca.
Su objetivo es proteger y regenerar la cuenca del río Maipo para avanzar en una transición hídrica que garantice todos los usos del agua, el cierre de brecha y riesgo hídrico en contexto de cambio climático.
La iniciativa elaborará un portafolio de soluciones hídricas de alto impacto, construidas junto a más de 50 municipios de la cuenca del río Maipo. De este portafolio, 30 soluciones hídricas de escala regional y cuenca serán conceptualizadas para luego implementar 3 pilotos replicables como acciones demostrativas y desarrollar 3 ingenierías de detalle para su futura implementación.
Son acciones relacionadas con la gestión y el uso sostenible de las características y procesos naturales, particularmente destinadas a que los ecosistemas -degradados por la acción humana- funcionen de forma sana, de tal manera que puedan entregar los “servicios” que de forma natural proveen al planeta; servicios de provisión, regulación, de equilibrio ecológico e incluso culturales.
Algunos ejemplos de SbN son la reforestación, conservación y reparación de riberas, ríos, humedales y cabeceras de cuenca, y la implementación de zanjas de infiltración e infraestructura verde urbana como jardines de lluvia, plazas de agua, y pavimentos permeables.
En relación al agua, la restauración de ecosistemas mejora la cantidad y calidad del agua, y reduce el riesgo de fenómenos hidrometeorológicos extremos. Además, el costo de las soluciones basadas en la naturaleza es 18 veces menor que el costo de reemplazo artificial de las funciones ecosistémicas. (Barclays, 2021)
Medidas que permitan evitar la pérdida de agua en los procesos productivos, mediante su uso eficiente tanto en zonas urbanas (por ejemplo, agricultura vertical) como rurales (eficiencia agrícola e industrial, entre otras. Estas soluciones van dirigidas a gestionar la demanda reduciendo las extracciones desde fuentes naturales, al incrementar la eficiencia de los procesos productivos.
Son soluciones que permiten aumentar la oferta de agua, principalmente para satisfacer la demanda de las actividades productivas, lo que permite reducir su uso de agua dulce de la cuenca. En general, son soluciones con un alto costo de inversión y entre ellas destacan, por ejemplo, el tratamiento y reúso de aguas residuales tratadas y la desalación. “Las nuevas fuentes de agua posibilitarían un desarrollo y encadenamiento productivo, donde un uso compartido del nuevo recurso permitiría el acceso a pequeños y medianos productores, mejorando la calidad de vida en los territorios abastecidos” (Escenarios Hídricos 2030, 2019).
17% de las causas de los problemas hídricos en Chile están asociados al cambio climático. (Escenarios Hídricos 2030, 2019)
2 ríos Maipo necesitamos para sostener la actual demanda de agua. La brecha hídrica en la cuenca del Maipo alcanza 63 m3/s, lo que equivale a un río Maipo adicional (Escenarios Hídricos 2030, 2022)
95% de los pozos analizados en la cuenca del Maipo disminuyeron sus niveles en forma significativa entre 1960 y 2016 (CAZALAC, 2017).
Hasta 2,5 cm al año se está hundiendo el suelo de la cuenca del Maipo debido a la explotación de aguas subterráneas y la sequía (Orellana et al., 2022).
Existen 35% más derechos de agua subterráneos otorgados en la cuenca que la capacidad de recarga natural del acuífero (Nascimento y Barreira, 2020).
Una cuenca hidrográfica es todo el territorio drenado por un río y sus afluentes, delimitado por la línea de cumbres, llamada divisora de aguas, la cual marca la división entre dos cuencas. La cuenca drena sus aguas al mar u otro cuerpo de agua a través de diferentes cauces que convergen en un cauce principal, el cual le da nombre a la cuenca.
Conforman la cuenca tanto los cuerpos de agua -ríos, lagos, arroyos, humedales- como los suelos, sean estos de cultivos, bosques, ciudades, etc. Incluye tanto las aguas superficiales como subterráneas (acuíferos).
La cuenca hidrográfica es la unidad base para la gestión de las intervenciones que el ser humano hace sobre el ciclo del agua. (EH2030, 2021)
La brecha hídrica es el Indicador que muestra la relación entre la demanda potencial de agua y la oferta hídrica disponible en las fuentes de abastecimiento (EH2030, 2018). Cuando la demanda supera la oferta existe Brecha Hídrica que se debe gestionar. (EH2030, 2022)
Es el proceso que permite pasar del estado actual de insostenibilidad hídrica a una condición que posibilite alcanzar la seguridad y sustentabilidad a través de medidas, acciones y soluciones que habiliten un desarrollo ambiental, social y económico sostenible. (EH2030, 2019)
Es un proceso que promueve el desarrollo y manejo coordinado del agua, la tierra y otros recursos relacionados, con el fin de maximizar el bienestar económico y social resultante de manera equitativa, sin comprometer la sostenibilidad de los ecosistemas vitales. Para ello presenta un enfoque intersectorial y multidisciplinario, diseñado para reemplazar la perspectiva tradicional y fragmentada de la gestión del agua, que ha derivado en servicios pobres y un uso inadecuado. Su implementación conlleva reformar los sistemas humanos para hacer posible que las personas obtengan beneficios sostenibles e igualitarios de estos recursos, sin comprometer los ecosistemas que soportan el ciclo hídrico y la vida. (EH2030, 2021)
La seguridad hídrica es la capacidad de una población para salvaguardar a nivel de cuenca el acceso al agua en cantidades adecuadas y con la calidad apropiada para sostener la salud de la gente y de los ecosistemas, así como para asegurar la protección eficaz de vidas y bienes durante desastres hídricos (inundaciones, deslizamientos y hundimientos de terreno y sequías). (PHI, 2012)
El riesgo hídrico es la posibilidad que ocurra un daño social, ambiental y/o económico en un territorio o periodo de tiempo determinado, derivado de la cantidad y calidad del agua disponible para su uso (EH2030, 2018)
Variedad de reglas, prácticas y procesos políticos, institucionales y administrativos (formales e informales) a través de los cuales se toman e implementan decisiones.(EH2030, 2021)
Los Consejos de Cuenca son entidades que están encargadas de implementar acciones relacionadas a la gestión de las intervenciones sobre los recursos hídricos y funcionan en complemento a las organizaciones de usuarios, así como a las autoridades nacionales, regionales y locales, entre otros actores de la cuenca. Chile es el único país de la OCDE que no cuenta con organismos de esta naturaleza.
